El incumplimiento de pagos, o morosidad, condiciona, y mucho, a la gestión financiera del gimnasio. Esto impacta de lleno en las finanzas, pues disminuye la captación de recursos, ya que la morosidad se trata del no pago de un compromiso financiero dentro del plazo acordado.
En un gimnasio, el gestor financiero hace proyecciones de los ingresos para administrar el flujo de caja. De esa forma, consigue verificar en cuáles períodos faltarán ingresos y en cuáles períodos sobrarán recursos para invertir o redistribuir. Si el cliente no paga en la fecha acordada, seguramente generará una diferencia entre lo que fue planeado por el gestor financiero y la realidad de la caja.
Controlar la morosidad en el gimnasio puede ser más simple de lo que te imaginás. Para eso, el gestor debe planificar el área financiera del gimnasio para evitar sorpresas. En esta planificación debe estar contemplada la estacionalidad, el precio correcto de las mensualidades y las actividades propuestas por el gimnasio o centro deportivo.
Estos son algunos mecanismos contribuyen para controlar la morosidad en el gimnasio:
Como la morosidad tiene efectos nocivos para la salud financiera del gimnasio, es importante mantener el flujo de caja siempre en positivo. Lo ideal es definir una planificación financiera estratégica con fechas bien definidas de las cuentas a pagar y a cobrar.
De esa forma, el gestor sabrá lo que va a suceder durante un período predeterminado. Entonces, resultará más fácil identificar en qué momento faltarán recursos y en cuáles estará todo al día.
Un buen flujo de caja es aquel que le garantiza al gestor una relativa certeza de lo que va a ocurrir en algún período futuro. De esa manera, el gestor puede administrar los recursos, y planificar los mejores momentos para realizar inversiones o mejoras.
Si llevas el control de acceso de tu centro fitness, será fácil notar cuando un cliente deja de venir con la misma frecuencia a entrenar. Esa baja en la asistencia puede deberse a temas personales puntuales, o también puede deberse a desmotivación o descontento. En estos casos, siempre lo mejor es abordar al cliente cuanto antes para romper el círculo vicioso ⤵
Un cliente desmotivado entrena menos, tiene menos resultados y como consecuencia se desmotiva aún más 😰
Por eso, hacer un seguimiento cercano de la asistencia de tus clientes, no solo servirá para calcular la tasa de uso y las actividades más concurridas. Si no que es una gran forma de prevenir la morosidad de los pagos de clientes que comienzan a percibir la membresía como un GASTO y no como una INVERSIÓN.
Entonces, una gran manera de hacer que los clientes no se atrasen en los pagos, es que ellos puedan percibir el VALOR de tu servicio.
Mejorando la experiencia del cliente podrás ganar protagonismo en la vida de cada alumno, y así mantener la membresía al día será algo imprescindible para ellos.
Esto se logra mediante los pequeños detalles que marcan una gran diferencia. Y vinculando con el punto anterior, prestar atención a su frecuencia de entrenamiento es un gran detalle que demuestra que no solamente le prestas atención a la fecha de vencimiento de los pagos, sino que están acompañando su recorrido hacia sus metas.
Así mismo, ofrecerle mejoras en tu servicio, como por ejemplo darle acceso a una APP de tu espacio, sin dudas ayudará a aumentar esa percepción de entrega de valor en el servicio.
Para combatir el incumplimiento de pagos de tus clientes, no solo es necesario llevar el control de las fechas y los pagos. Hay mucho que tu equipo de trabajo y tú pueden hacer antes de que se transformen en clientes morosos, mejorando su experiencia, acompañando sus logros y manteniendo una relación fluida con cada uno de ellos durante todas las etapas de su jornada 🌟