Evita cometer estos 6 errores en la gestión financiera de tu empresa fitness para obtener mejores resultados.
Ser un buen profesional implica una sólida formación, mucho estudio y saber establecer buenas relaciones con los alumnos, ¿verdad?
Sin embargo, la garantía de éxito de una empresa fitness también depende de que la gestión financiera en gimnasios sea eficaz. Al fin y al cabo, después de invertir tanto en su carrera, ningún profesional quiere ver comprometida su trayectoria por descuidar la salud financiera de su negocio.
Hay errores muy comunes en la gestión financiera en gimnasios y suelen estar relacionados con la organización, el control y la planificación. ¿Estás haciendo alguno de ellos?
El flujo de caja, además de ser el principal medio para verificar las entradas y salidas, es también el punto de partida para evaluar la salud financiera del gimnasio.
Sin este control, no hay manera de tener la información necesaria para establecer objetivos y estrategias futuras, observar los resultados y las acciones que merecen ser impulsadas o replanteadas.
También es necesario organizar los costes en fijos (las facturas de cada mes) y variables (los esporádicos o los que durarán un periodo de tiempo definido).
Nunca dejes de registrar todos los ingresos y gastos de tu negocio de forma constante, organizada y con acceso rápido y fácil. Una buena herramienta que puede ayudarte en este control es utilizar un software de gestión.
Conocer el panorama actual de la vida financiera de tu gimnasio (a través del flujo de caja, por ejemplo) es lo que proporcionará insumos para una buena planificación. Sin datos actuales es imposible hacer una previsión de costes e ingresos y mucho menos pensar en futuras inversiones. Por lo tanto, la planificación financiera representa una de las principales directrices de una buena gestión.
Sin embargo, no se trata de una herramienta estática: debe supervisarse con frecuencia para evaluar si se está siguiendo el curso deseado o si es necesario reprogramar algo.
Sin que los ingresos lleguen en las fechas previstas es imposible mantener al día las cuentas del gimnasio, ya que se cargan las multas, los intereses y las facturas acumuladas. Para no exponerse a ello, trata de controlar los vencimientos de las cuotas mensuales y cobra a los morosos.
Debes asegurarte de que los pagos se realicen en las fechas correctas y procurar cobrar a los alumnos de forma eficaz. Soluciones como el cobro recurrente pueden ser grandes aliadas de tu negocio, ya que el pago se carga automáticamente a la tarjeta de crédito de tu alumno sin comprometer su límite.
Es muy común que los equipos del gimnasio necesiten reparaciones y mantenimiento, o que el gimnasio tenga gastos inesperados, como una temporada baja, por ejemplo. No tener una reserva para cubrir estas sorpresas puede suponer tener que pedir préstamos y desequilibrar las cuentas.
Para no comprometer tu planificación, intenta mantener un fondo de reserva. Preferiblemente, invertido en alguna inversión que lo deje disponible para ser retirado en caso de emergencias.
Por desgracia, este es un error muy usual y recurrente. Como el gestor y el propietario suelen ser la misma persona, las cuentas se mezclan.
El resultado es que esto compromete seriamente la caja e incluso el capital circulante, lo que puede significar la necesidad de préstamos y el consiguiente pago de intereses.
Lo ideal es establecer un pago de honorarios para cubrir la función de administrador y respetar los ingresos del gimnasio. Para ello será necesario calcular este costo dentro de los costos operativos del negocio, para no perder el balance.
El control financiero requiere manejar un gran volumen de información. Por eso, lo mejor es que todos esos datos estén organizados en un solo lugar y disponibles en cualquier momento.
Cualquiera que sea responsable por la gestión financiera en gimnasios sabe que hay una necesidad constante de acceder a los datos, comprobar los cobros o añadir información a la hoja de cálculo. No tener todo a mano inmediatamente puede comprometer la organización y la eficacia. Por lo tanto, adoptar un software de gestión completo significa garantizar la agilidad, la seguridad y la precisión del control.
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