Descubre cómo las reposiciones de clases de tus clientes pueden pasar de ser un dolor de cabeza para el gimnasio a una fuente de dinero
Introducción
En el día a día de un gimnasio, ¿quién no ha oído nunca a un cliente decir que necesita recuperar una clase? Cada gimnasio tiene una forma estándar de tratar la reposición y, más allá de quién tenga razón o no, esto puede crear una mala experiencia con algunos clientes.
El hecho es que, por muy variadas que sean las razones, el alumno se empeña en subrayar que no le parece justo que esto no ocurra.
Tras mucho tiempo viendo esto como un problema y buscando una solución, hoy podemos ver la reposición de clases como una mega oportunidad para los gestores de gimnasios. Y de eso vamos a hablar en este artículo. Si tú también tienes problemas con las reposiciones de clases de tus alumnos, ¡continúa leyendo!
¿Cómo encontrar oportunidades en las reposiciones de clase en el gimnasio?
Hoy en día, la entrega de valor y la experiencia son búsquedas incesantes del nuevo consumidor. Y sí, este nuevo consumidor ya está dentro de tu centro fitness. Depende de nosotros, los gestores, encontrar oportunidades donde solamente veíamos problemas. La reposición de clases es precisamente un ejemplo.
Una forma de encontrar la oportunidad es ver la reposición como una forma de aumentar el ticket medio del gimnasio.
¿Qué gestor no quiere aumentar su ticket, verdad? Y este es el punto. ¿Quieres saber cómo un simple cambio de clase puede ayudarme a aumentar mi ticket medio? Veamos...
La reposición de clases como puerta de entrada al upsell en el gimnasio
Sí, es posible vender algo extra a tu cliente a partir de una reposición.
El punto crucial aquí es tener la mayor cantidad de información posible en la palma de nuestra mano. Si tenemos en el historial de este cliente cuáles son sus dolores y deseos, podemos utilizarlo en este momento. Vaya, ¡mira cómo nos ayuda la tecnología!
Ejemplo de que la reposición de clases se convierte en una venta adicional en el gimnasio:
Hay una alumna de hidro, Dona Gonzalez, y ella, por un motivo personal, se ausentó durante 15 días. El gimnasio en cuestión usa la reposición como un beneficio para sus clientes. Pero tenemos un problema: las horas libres disponibles no coinciden con las que Dona González puede asistir.
¿Y ahora?
Todo lo que se planificó maravillosamente puede irse por el desagüe, con la posibilidad de generar insatisfacción y una experiencia negativa en el cliente. Una excelente salida en este caso es mirar los objetivos y dolores que tiene Dona González y dirigirla hacia otra actividad que no realiza -¡pero que aportaría mucho a los objetivos que busca!
¡Mira la mega oportunidad que tiene este gerente en sus manos!
¿Qué tal si dirigimos a Dona González para que sustituya su clase de hidro por una clase de Pilates, ya que en su entrevista inicial dijo que necesita trabajar la mejora postural, el equilibrio y la flexibilidad, porque se queja de dolor de espalda?
Si todo está muy bien empaquetado y preparado para que Dona González llegue a la clase de Pilates a vivir una experiencia increíble, siendo muy bien guiada por un profesional cualificado y atento, tenemos muchas posibilidades de que Dona González quiera empezar a hacer Pilates en el gimnasio.
Con esto ya hemos generado más compromiso y felicidad, logrando nuestro primer objetivo de deleitar a los clientes y teniendo la posibilidad de aumentar el ticket medio.
Conclusión
Nosotros, los gestores, tenemos muchos problemas cotidianos que son material para nuevas oportunidades de negocio. Lo que necesitamos es cambiar nuestra perspectiva, cambiar nuestra mentalidad, cambiar la experiencia que queremos ofrecer.
¿Cuántos clientes se habrán perdido por falta de una mirada orientada a la oportunidad en lugar de una mirada orientada al problema? No dejes pasar más tiempo. Siéntate con tu equipo, discutan los problemas y creen nuevas posibilidades de negocio dentro de la propia empresa.
¡Y cosechar los resultados de este nuevo cambio de mentalidad!
¡Éxitos!