La separación de los gastos en compartimientos llamados Centros de Costo es un tema muy simple en el mundo de los negocios, pero todavía encontramos muchos gimnasios que no los utilizan.
Eso dificulta mucho poder llevar una gestión de alta performance, y el entendimiento pleno de lo que sucede financieramente dentro del gimnasio. La división por centros de costos debería ser estándar y manejarse de igual manera en todos los gimnasios.
Para comprender la importancia de ese tipo de enfoque, vamos a comenzar explicando lo que son los centros de costo y su importancia.
Centros de costo no es ni más ni menos que clasificar cada uno de los gastos y costos del gimnasio dentro de una categoría, permitiendo una mayor facilidad para controlar los gastos de forma más eficiente, permitiendo además establecer las metas con más asertividad.
Al optar por cargar los gastos de manera compartimentada, en lugar de visualizar todos los costos/gastos en una lista lineal, trabajando con centros de costo es posible visualizar lo que sucede con el negocio de manera más detallada.
Es aconsejable comenzar a trabajar con pocos centros de costos al principio, dando prioridad a lo centros de costo más genéricos. Eso permite visualizar lo que sucede financieramente dentro del gimnasio en apenas una hoja de papel, por ejemplo.
A continuación veremos cómo podemos comenzar a crear los centros de costo de un gimnasio.
Para comenzar a trabajar con centros de costos, recomendamos generar como máximo 15 centros de costo. Con el paso del tiempo, de acuerdo a la necesidad del negocio, vale la pena hacer una evaluación para originar otros, con el objetivo de proporcionar un análisis más específico.
Dejamos una sugerencia de centros de costos que deben ser creados:
⇒ Alquiler
⇒ Servicios (luz, agua, gas)
⇒ Personal (salarios, honorarios, vacaciones, beneficios)
⇒ Mantenimiento (equipamientos, infraestructura, etc.)
⇒ Royalties (en el caso de franquicias y licencias)
⇒ Tercerizados (contador, abogado, mensajería, etc.)
⇒ Internet y Telefonía
⇒ Gastos de Marketing (anuncios, folletos, eventos, etc.)
⇒ Impuestos sobre ventas (IVA, IB)
⇒ Impuestos sobre la renta (GANANCIAS)
⇒ Préstamos (deudas bancarias o privadas)
⇒ Tasas y comisiones bancarias
⇒ Varios
De esa forma, en apenas algunas líneas es posible verificar el resumen general de lo que sucede, identificando cómo están distribuidos los gastos, facilitando el trabajo en una futura planificación. Veremos un ejemplo de un costo y cómo clasificarlo:
⇒ Cambio de la lona de una de las cintas.
⇒ Cambio de 2 sogas de los equipamientos de musculación.
⇒ Visita de un técnico de mantenimiento del control de accesos.
⇒ Reparación del piso del salón de clases.
¿Estamos de acuerdo en que la naturaleza de esos gastos es muy semejante? Siendo así, podemos clasificar todas esas salidas de dinero como “Gastos de Mantenimiento”, que es uno de los 15 centros de costo básicos que hemos mencionado.
Ahora que vimos cómo crear los centros de costo, vamos a ver cómo trabajar mejor con ellos.
Una cosa muy importante también es saber clasificar los centros de costo. Muchos gimnasios confunden:
⇒ Costos operativos.
⇒ Gastos operativos.
⇒ Costos no operativos.
¿Cuál es la diferencia entre ellos?
Costos operativos son aquellos relacionados con el funcionamiento de gimnasio, o sea, son aquellos costos de los cuales no podemos escapar. Ejemplos: Alquiler, gastos de personal, mantenimiento, luz, agua, etc.
Gastos operativos son los gastos que no son obligatorios, pero que existen para mejorar la performance del negocio. Son aquellos costos que es posible optar por no tener, pero tal vez esa economía puede perjudicar bastante el rendimiento del gimnasio. Ejemplos: Costos de marketing, de royalties (en el caso de las franquicias), clases licenciadas, etc. En fin, son gastos que pueden impulsar la operación, pero si fueran excluidas, el gimnasio sobreviviría.
Una forma simple de saber si algún ítem es un costo operativo o un gasto es hacerse la siguiente pregunta: Si no pago esa cuenta, ¿el negocio puede funcionar?
Si la respuesta fuera sí, es un gasto operativo.
Si la respuesta fuera no, se trata de un costo operativo.
Costos no-operativos: Son aquellos que no están relacionados con la entrega del servicio. En este grupo están las deudas, los pagos de equipamientos, las inversiones y la depreciación de los equipamientos.
Lo que muchos gestores de gimnasios cometen es confundir y hasta mezclar todos esos costos. Muchas veces los dueños de gimnasios reclaman que el gimnasio no da dinero, pero operativamente los negocios están saludables, por lo tanto, lo que afecta las ganancias son exactamente los costos no-operativos.
Por ejemplo: vamos a suponer que el gimnasio tiene un resultado operativo positivo (Resultado Operativo = Ingresos – costos operativos y gastos operativos) de $50.000,00. Eso significa que tiene ganancia operativa.
Pero, ese mismo gimnasio aún está pagando la inversión en los equipamientos, lo que genera un pago mensual de $70.000,00 lo que es un costo no-operativo. En ese caso, la caja del gimnasio está en rojo por $20.000,00.
Entonces, operativamente está positiva en $ 50.000,00. En ese caso, el desafío es conseguir eliminar las deudas, porque así, el gimnasio puede tornarse un buen negocio.
Eso es uno de los errores que más puede comprometer el análisis de los números y muchas veces, lleva a pensar que el gimnasio no es un buen negocio, cuando, en verdad, es que se está gastando en lo personal, más de lo que la ganancia del negocio permite.
El mensaje que nos gustaría dejar en este artículo, es prácticamente el inicio de como podemos organizar la vida financiera en la gestión de un gimnasio. Entonces, separar los centros de costos de un gimnasio ayuda a tener una visión más fiel de la realidad financiera del negocio.
¡Esperamos haber ayudado! Puedes dejar tus comentarios sobre nuestro contenido.