Una de las grandes dificultades de un gestor de gimnasios está en desarrollar los talentos, para que puedan actuar de acuerdo con su potencial. Incorporar a nuestro equipo, profesionales que puedan comulgar con la cultura del gimnasio y la filosofía de trabajo, es algo tan complicado que es muy común que se busquen principiantes para ir formándolos poco a poco, buscando evitar los vicios que aparecen con los años de trabajo en el mercado.
Esa estrategia, si está bien implementada, da resultado, pero entonces surge un segundo problema:
Una expresión que muchas empresas fuera de nuestro mercado utilizan es el llamado “Plan de Carrera”. Y si buscamos dentro de las GRANDES REDES, veremos que eso es algo que atrae a muchos profesionales en el comienzo de su carrera, porque da la idea de que podrán evolucionar en ese lugar de trabajo.
Pero, el concepto de “Plan de Carrera”, para los gimnasios pequeños o medianos, trae un pequeño problema: valoriza, excesivamente, el “tiempo de permanencia”. Normalmente, un Plan de Carrera tradicional prevé dos maneras de promover a un colaborador:
1- Por antigüedad.
2- Por mérito.
Por más que la evaluación del “Mérito” tenga cierta subjetividad, siempre la preferimos ante la objetividad cronológica de la “Antigüedad”. Porque la antigüedad, o tiempo de permanencia, no representa algo muy significativo para ser promovido. Y claro que una persona que permanece mucho tiempo en un gimnasio, probablemente tiene la calidad suficiente para “sobrevivir” a situaciones adversas en tiempos de crisis. Pero, ¿si la persona está hace mucho tiempo en el gimnasio HACIENDO SIEMPRE LO MISMO, cuál es la razón de una promoción?
Por otro lado, te dejo una consulta inquietante: ¿qué tipo de Líder eres, si permitís que un colaborador permanezca mucho tiempo en tu gimnasio haciendo siempre la misma atarea?
Porque el profesional de Educación Física ya es, por naturaleza, una persona apasionada por lo que hace, y los gimnasios DEBERÍAN SER lugares donde puedan manifestar su creatividad y buscar, incesantemente, su satisfacción. Por lo tanto, un buen líder debe no solo despertar esa característica intrínseca en el colaborador, sino además proporcionar un ambiente donde él pueda contribuir con su potencial creativo para la evolución del gimnasio como un todo.
¡Estimula a tu equipo a crear alguna clase diferente, un evento innovador, alguna estrategia que los lleve a “pensar fuera de la caja”, y deja claro que ese tipo de actitud es valorada! ¡En lugar de que simplemente des TAREAS, genera mecanismos que comprometan a tus colaboradores con el propósito del gimnasio, que debe estar conectado con el propósito personal de cada uno de ellos!
Por lo tanto, no alcanza únicamente ofrecer un “Plan de Carrera” para tus profesores, como forma de retener los mejores talentos. Para eso, ¡necesitás usar TU creatividad para estimular la creatividad de tus colaboradores! ¡En un ambiente así, ciertamente ellos darán su mejor esfuerzo y alcanzarán los mejores resultados!