La primera reacción que tuvimos, al conversar con Almir y Patrícia sobre como ambos tuvieron buenos resultados utilizando estrategias creativas y osadas en la gestión de sus gimnasios en tiempos de crisis fue: ¡necesitamos mostrar eso a otros gestores!
¡Porque lo que más se muestra hoy en día son noticias malas!
O noticias que nos llevan al miedo a la desesperación.
Vamos a conocer un poco de esas dos personas que contribuyeron tan generosamente para el mercado de fitness, en un momento tan difícil.
Patrícia ya fue licenciada de la Runner y hoy, tiene su propio gimnasio, Target, en la ciudad de Valinhos, Brasil.
La particularidad que nos llena de alegría y satisfacción es que consigue gestionar su operación, incluso viviendo en Portugal, por medio de EVO.
Almir tiene un gimnasio hace más de 25 años, en sociedad con su hermano, que forma parte del Directorio de ACAD (Associação Brasileira de Academias).
Por tener bastante relación con el medio, tuvo contacto con diversas personas en Portugal. Y así como en el caso de Patrícia, este contacto con el escenario de COVID-19 en Europa, además de ser una coincidencia, acabó siendo uno de los factores que le dio a ambos, una ventaja en medio de esta situación.
Poder anticipar los escenarios fue una real ventaja el momento de gestionar sus gimnasios en tiempos de crisis.
El hecho de que ambos tuvieran noticias de cómo estaban sucediendo las cosas en Portugal y en el resto de Europa, les dio más claridad para anticipar escenarios.
No había dudas que tendrían que cerrar sus gimnasios, eso sería inevitable.
Patrícia, inclusive, nos dio un buen ejemplo de gestor durante la crisis, que fue el dueño de la escuelita de Futbol de su hijo; y también, un mal ejemplo, que fue el dueño del gimnasio donde ella entrena: se limitó a disminuir el valor durante el período de pandemia, dando la opción de cancelar.
Y fue lo que ella hizo.
Pero definitivamente, no sería lo que ella, ni Almir, harían con sus clientes.
Vamos a ver entonces, como cada uno actuó, comenzando por Patrícia.
A partir del momento en que decidió que cerraría su gimnasio, Patrícia percibió que el cierre del gimnasio sería inevitable, notó en algunos gestores, la actitud de evitar hablar de los hechos y hasta incluso fingir que nada estaba aconteciendo.
Ella tuvo certeza, desde el inicio, que no podría adoptar esa postura.
Procuró alinear las expectativas con su equipo.
Ajustó sus gastos al mínimo necesario para el momento de emergencia.
Y llegó a un valor que cobraría por la mensualidad que fuese lo suficiente para solventar sus gastos mensuales, teniendo en consideración que continuaría prestando un servicio a distancia, pero que no era el mismo servicio de un gimnasio. Recomendamos para ti: CÓMO DIGITALIZAR TU CLUB DEPORTIVO
Y el valor que ella encontró como suficiente fue el 35% del ticket medio de su gimnasio.
Así, ella mantuvo un ingreso mínimo y los alumnos comprendieron que era algo razonable para continuar manteniendo el vínculo.
Una cosa que ella relató que ayudó a evitar cancelaciones fue el buen uso del Club de Recompensas en su gimnasio, pues varios clientes tenían Fitcoins acumulados y no querían perder este beneficio.
O sea, ya hay ahí un consejo: usar el Club de Recompensas también durante el período de aislamiento social (clica aquí para leer nuestro estudio de un caso sobre uso del Club de Recompensas).
Ahora, ¿vamos a ver cuáles fueron las estrategias usadas por Almir?
Cuando Almir tomó la decisión de cerrar veía, a su alrededor, una postura predominante entre los gestores:
Pero Almir, conversando con sus socios, optó por mantenerse activo, ¡por sobre todo!
Luego, obviamente, cortar los costos de lo que fuese posible.
Y, si del Gobierno surgiese algún tipo de ayuda, óptimo.
Y el camino que Almir escogió para mantenerse activo fue apostar sus fichas en lo digital.
Se tomó el trabajo de crear un buen producto para ser ofrecido a los clientes – y agradeció a EVO por, en un primer momento, haber lanzado con mucha rapidez la plataforma de ejercicios para ofrecerla inmediatamente.
Con eso rodando, partió para negociar sus costos, con colaboradores, propietario del local, y demás proveedores.
Siempre manteniendo el mismo comportamiento en las negociaciones, ya sea con clientes o con proveedores.
Y lo más importante, según él: ¡pudo mirar a su negocio en un momento tan delicado, y ver una oportunidad de reinventarse!
No solo durante esta crisis.
Si no, cuando todos salgamos de la crisis.
¡Y de ahí en adelante!
El mensaje que Almir dejó fue que, quien no aproveche esta oportunidad para reinventarse, talvez no sobreviva cuando las cosas vuelvan a la normalidad.
Incluso porque, parece cada vez más cierto que lo “normal” que conocíamos, ¡nunca más va a existir nuevamente!
En EVO seguiremos buscando información y orientaciones de calidad para los gestores, y más que eso, noticias que traigan optimismo y fe para que salgamos fortalecidos de esta crisis.
#estamosjuntos